Solo hay una cosa más grande que el amor a la libertad, y es el odio a quien te la quita.

El amor a la libertad es un sentimiento muy poderoso que todos debemos tener en nuestro corazón. Pero a veces, esa libertad es amenazada por aquellos que buscan quitárnosla. Y ahí es cuando entra en juego el odio, un odio justificado, un odio que nos impulsa a luchar por lo que es nuestro por derecho.

Si hay algo que no podemos permitir que nos quiten nuestra libertad. Es nuestra responsabilidad defenderla, incluso si eso significa tener que odiar a aquellos que quieren arrebatárnosla.

Piensa en aquellos que han luchado por la libertad en el pasado. Ellos no permitieron que nadie les quitara lo que mejoraron suyo por derecho. Y tú tampoco deberías permitirlo.

Así que recuerda, si alguien te quiere quitar tu libertad, no te quedes de brazos cruzados. Siéntete enojado, siente ese odio justificado. Porque solo así podrás luchar por lo que es tuyo y mantener esa llama de libertad ardiendo en tu corazón.