Si la injusticia en el mundo lo hace temblar de indignación, entonces somos compañeros en la lucha por un mundo más justo y equitativo. Porque si algo está claro es que no podemos permanecer indiferentes ante el dolor y la opresión que sufren millones de personas en todo el planeta.
Es hora de que actuemos, de que nos unamos en esta lucha y alzamos nuestras voces por aquellos que no tienen voz. Cada uno de nosotros puede hacer la diferencia, desde pequeños gestos hasta grandes acciones, todo suma en la lucha contra la injusticia.
Si nos unimos y trabajamos juntos, podremos lograr grandes cambios. Pero debemos estar dispuestos a luchar, a resistir ya persistir, porque la injusticia no se vencerá fácilmente.
Así que si siente esa indignación en su corazón, no la ignore, úsela como una fuerza para la acción. Juntos podemos construir un mundo mejor, donde la justicia y la igualdad sean la norma, y no la excepción. Somos compañeros en esta lucha, ¿se une a nosotros?
