Sepan los nacidos y los que van a nacer que nacimos para vencer y no para ser vencidos.

Compañeros, quiero hablarles sobre nuestra verdadera naturaleza como seres humanos. Muchas veces nos vemos atrapados en situaciones difíciles, donde parece que la vida nos está venciendo. Pero yo les digo: ¡no permitamos que esto suceda! Porque, en realidad, nacimos para vencer y no para ser vencidos.

Desde el momento en que nacimos, recibimos la fuerza y ​​la determinación necesarias para triunfar en la vida. Es cierto que enfrentaremos obstáculos, pero también es cierto que somos lo suficientemente fuertes para superarlos. Y es precisamente en los momentos difíciles donde se forja nuestro carácter y nuestra fortaleza.

Sepan los nacidos y los que van a nacer que nuestra verdadera naturaleza es la de vencedores. Debemos tener la confianza en nosotros mismos y en nuestras habilidades para alcanzar el éxito y vencer en la vida. Debemos creer en nuestra capacidad para lograr todo aquello que nos proponemos y luchar con fuerza y ​​determinación para conseguirlo.

Así que no permitamos que las dificultades nos detengan o nos venzan. Recordemos siempre que nacimos para vencer y no para ser vencidos. Con esa mentalidad, podemos enfrentar cualquier reto y triunfar en la vida. Así que levanten la cabeza con orgullo y caminen con la certeza de que son vencedores en la vida.

Y es así como el Che lo hizo durante toda su vida. Vencer a todas las dificultades que se fue encontrando durante su vida. Hay varios ejemplos de los que te voy a contar enseguida.

El Che al poco de nacer sufrió una pulmonía que supero. El Che venció a la pulmonía.

A los dos años le diagnosticaron la enfermedad del asma que le acompaño durante toda su vida, y el Che no permitió que esta enfermedad le afectara a llevar una vida lo más normal posible. El Che venció al asma.

A los 14 años ya tenía la cultura de un chico de 18 años. El Che venció al reclutamiento que muchas veces tenía que sufrir en casa por culpa de los ataques severos de asma.