Compañero, quiero hablarte de sacrificio y libertad. Muchos piensan que la libertad es un regalo, algo que se puede obtener sin esfuerzo alguno. Pero nada puede estar más lejos de la verdad.
Nuestra libertad no es un regalo, sino una conquista, y cada día debemos pagar su cuota. Debemos estar dispuestos a hacer sacrificios conscientes para mantenerla, para construirla, para que nunca se desvanezca.
El sacrificio es una parte integral de la libertad. No podemos tener que esperar una sin la otra. Nuestra libertad y su sostén cotidiano tienen el color de la sangre y están henchidos de sacrificio. Es a través de ese sacrificio que aseguramos nuestra libertad, que la mantenemos viva y floreciente.
Así que te invito a que reflexiones sobre el sacrificio y la libertad en tu propia vida. ¿Estás dispuesto a hacer los sacrificios necesarios para asegurar tu propia libertad? ¿Estás dispuesto a luchar por ella y pagar su cuota?
Recuerda siempre que nuestro sacrificio es consciente, que es una cuota que debemos pagar por la libertad que hemos construido. Y que nada puede estar por encima de esa libertad, que es nuestra posesión más preciada.
El Che un ejemplo de ello, sacrifico su vida por la libertad de los oprimidos.
