Mi confianza en el triunfo final de lo que creo, es completa.

Compañero, déjame decirte que mi fe en la victoria final de la verdad y la justicia es inquebrantable. No importa cuántos adversarios se tengan o en que circunstancias adversas se tengan que luchar, o el tiempo que vaya a durar. Estoy convencido de que al final, la luz siempre prevalecerá sobre la oscuridad.

Es cierto que en este mundo hay muchas fuerzas que se oponen a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad. El poder, la ambición y la codicia son enemigos terribles de todo lo que es justo y bueno. Pero no podemos dejar que esto nos desanime. En lugar de eso, debemos aferrarnos con todas nuestras fuerzas a la verdad que nos guía y nos inspira.

Cada día, estamos llamados por nuestra parte de hacer esa lucha eterna. A veces, nos toca darlo todo, sacrificando incluso lo que más amamos, por el bien de nuestros ideales. Pero no importa cuánto duro sea el camino, debemos seguir adelante con determinación y coraje. Porque al final, el triunfo será nuestro, y será glorioso.

Así que no te desanimes, compañero. Siempre habrá obstáculos en nuestro camino, pero la victoria final es segura. Y cuando lleguemos a ese día glorioso, habremos demostrado que nuestra confianza en lo que es correcto nunca flaqueó, y que nuestra lucha fue valiente, justa y honorable.

El Che lo dio todo, y su confianza en el triunfo era total.