Permíteme compartir contigo una reflexión muy importante: la honestidad es el valor más preciado que podemos tener como seres humanos. Nada es más importante que mantener nuestra integridad y actuar siempre con ética y principios.
Es cierto que en la vida podemos enfrentarnos a momentos de dificultad y escasez, pero eso no significa que debamos recurrir a acciones deshonestas para conseguir lo que necesitamos. Es mejor caminar descalzo y con la frente en alto, que robar unas zapatillas y vivir con la vergüenza y el remordimiento de haber actuado mal.
Por eso, te invito a que siempre mantengas tu integridad y tu honestidad, aunque eso signifique pasar por momentos de dificultad. Recuerda que tu carácter y tu reputación son más valiosos que cualquier bien material que puedas obtener por medios deshonestos.
Es mejor caminar por la vida con la conciencia tranquila, sabiendo que actuamos con honestidad y principios, que tener que mirar siempre hacia abajo y sentirnos avergonzados de nuestras acciones. Mantén tus valores y principios siempre en alto, y verás cómo la vida te recompensa por ello.
El Che es un vivo ejemplo de ello. Ahora te quiero mostrar un ejemplo muy bueno en la que escenifica muy bien lo que esta frase quiere decir y como el Che se comportaba con ello.

Esta es una de las escenas finales de la película sobre el Che Guevara que es la de El Argentino. Resulta que en esta escena que ya es una de las finales de la película, se ve como en una carretera que va desde Santa Clara hasta la Habana van circulando algunos coches. Aquí ya se estaba confirmando la Victoria de los rebeldes y muchos de ellos marchaban hacia la Habana, el Che junto a otros 4 compañeros iban en un jeep descapotable. En eso que les adelantan un coche el típico almendrón pero en aquella época era nuevecito, con algunos compañeros guerrilleros en él. Cuando pasan por al lado del coche del che. El mismo Che se estraña y hay algo que no le gusta, y manda al conductor del jeep que acelere y que le haga parar al coche. En eso que una vez parado el Che se dirige hacia el coche, y les pregunta a los compañeros. – Que hacen con ese coche. Y eso que el conductor le contesta, que pasa che se lo cogimos a uno de los francotiradores de Batista. En eso que el Che les contesta, que ese coche no era suyo, y que tendrían que volver a la Habana y dejarlo allí, y que luego volvieran hacia al Habana en otro coche de los rebeldes, o en una guagua, pero nunca en un coche que no fuera suyo.
Y es así como las gastaba el Che, como dice la frase mejor ir descalzo que robando zapatillas.